DÍA DEL PERIODISTA Y DEL MERMELERO

Un día que debería sacar roncha a la antiprensa de abril

En medio del psicosocial de la amenaza de bombas y el funesto antecedente de la prensa antiHumala, los periodistas de Perulandia celebran un día mas en el calendario. También, los mermeleros, aquellos personajes siniestros que se venden con un fajo de dólares y quienes le limpian la imagen a ciertos personajillos que se presentan como asesores de imagen como denunció recientemente, un colega. Son pocos los periodistas honestos en esta villa. Poquísimos.Chamba es chamba dijo alguien incluso hasta para proteger angelitos disfrazados de hinchas.

Ser periodista freelance en este país y sobrevivir es una tarea ardua. Hay que financiar los fondos que se recibe tanto o más que el de una ama de casa.Como no se cuenta con Essalud, adiós a la juergas y a cuidar el estómago de la fritanga de la calle que te puede joder de por vida.En cuanto a una pensión de jubilación, es un asunto que,pese a la fiscalización de los inspectores del Ministerio de Trabajo, tú debes asumirlo y preocuparte que tu empleador no te meta cabeza con lo que te descuenta. Desde la aparición de las AFP, muchos no saben qué hacer cuando las bolsas de valores caen y los administradores de tu fondo-si lo tienes al día- te piden calma.

Si bien a la hora de la vejez, tienes un billete por cobrar, previo trámite, este es limitado.Puedes llegar a los noventa años, pero tu pensión ya se acabó y entonces...

Ser periodista freelance es suspender o eliminar la idea de familia.Si la misma colega Andrea Bettocci de 3 G dice que desearía tener mas plata para tener muchos hijos pero no puede, imagínense alguien que no tiene el ingreso fijo de aquella cada mes y debe priorizar gastos.

Pero hay muchas satisfacciones de ser periodista freelance como la libertad de horarios, cierta independencia y calma; algo que no lo tienen los que trabajan en agencias de noticias y sobretodo los de agencias de publicidad que como creativos deben combatir la neura del ya, ya ideaste esto a punta de pastillas que terminarán jodiéndole el hígado y también, cierto escudo contra la gastritis, la enfermedad profesional de los periodistas y que yo fui testigo de ver algunos vomitando en el baño de cierto medio, con una mezcla de preocupación y asco.

Como hablar de amigos en el gremio es risible, entre tanto puñaleo, me autocelebro el día y elevo una plegaria a los que se fueron ( Orbegozo, Thorndike-pese a los defectos) y que directa o indirectamente formaron parte de mi aprendizaje.

Fuente: Somos, El Comercio, sábado 1 de Octubre. test