Novelita deudora de Coupland y Ellis
Tras presentar su filme “Música camerina” en el festival de cine de Lima, el ex periodista chileno de “El Mercurio”, Alberto Fuguet, fue entrevistado en Somos donde , entre otras poses , afirmó que prepara una edición especial de "Mala onda" que cumple 20 años. Un libro que, pese a sus huecos, influenció en la narrativa chilena y peruana como lo hizo hace un tiempo, Bolaño y su caterva de pastiches.
Mi primer encuentro con la escritura del chileno Alberto Fuguet fue una entrevista que le hizo a Ray Lóriga, a raíz de la presentación de la novela "Héroes" de aquel , Todo ello en la página cultural de la revista SI de Perú. Confieso que me gustó su estilo fresco y nada pretencioso.
Fue ese neuromarketing que me obligó a comprar “ Sobredosis”, el único libro del cachetón roto que encontré en bazar libros usados de la avenida Graúu en Perú. De aquella lectura, rescaté el personaje del Macana, un freak y las chicas que salen a pololear en las calles de Santiago de los ochenta.
Gracias a su llegada para promocionar "Tinta Roja" que el cineasta local Panchulón Lombardi convertiría en pelicula con un inexpresivo Giovanni Ciccia ( ¿ es actor?), pude hallar "Mala Onda" en el mismo local de Grau a 5 dólares y ahorrar 10 verdes, si hubiese ido a una libreria usurera de mi país..
La lectura de esta novela me decepcionó con un Holden Caudfield chileno o lo que fuese caricaturizado. Un mundo santiaguino banal de riquitos que disfrutan del sexo , drogas y rock y parecen alabar al Pinocho. Sólo rescaté el uso de la jerga chilena, pues lo demás era prescindible.
No obstante, muchos narradores peruanos empezaron a imitar dicha literatura de sexo, drogas y rock que un crítico Beatle peruano calificó de Kronen. Ese grado de estandarización subliterario me llevó a releer a los grandes como Ribeyro, Vargas Llosa, Scorza y los andinos como Huamán Cabrera, Rosas Parravicino, Zuzunaga y olvidé al chileno,
Hoy que "Mala Onda" con su freak en carátula ha cumplido 20 calendarios seria bueno que Fuguet no se olvide de develar en algunas lineas , en la edición de aniversario, si su personaje era o no un piromaníaco o tenía algo del personaje de "El pabellón de oro" de Mishima y también, explique, que buscó con su antología Mcondo, un desacierto del que solo se salvó Santiago Gamboa.
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