lunes, 26 de noviembre de 2018

EL FINAL DE LA REVISTA ETIQUETA NEGRA

Se acabó el sueño de Villanueva Chang. Pese a sus 217 mil seguidores en Twitter, su página web  que aun funciona y sus grandes firmas,  Etiqueta Negra, la revista de  nuevo periodismo  financiada por los hermanos Jara,  llegó a  su fin en  su edición  impresa  número 217 sobre  vaquitas y el luchador que enseñó a caer al Che Guevara,
 Fueron  dieciseís años que la revista intentó ser un  New Yorker cholo con el apoyo de Vila Matas, Lee Anderson, Guillermopietro,  Caparros, pero solo  sirvió para que sea facturado  y de lectura obligatoria por  la gentita de la Universidad Peruana de Ciencias aplicadas  de  la carrera de periodismo donde alguna vez Villanueva, Avilés  y Toño  Angulo " enseñaron" periodismo de no ficción  y le vendieron a sus alumnos y talleristas  la posibilidad de  dejar de ser un simple  redactor  periodístico y llegar a ser " escritor" a  lo Vargas LLosa. Todo tiene su final.






Allá por el lejano 2002,  Julito Villanueva se dio cuenta que ya El Comercio no le llenaba con las crónicas  urbanas que aquel escribía. Que  los lectores pedian otras cosas. Entonces,  decidió convocar a  sus  colegas que  también se despedían o renunciaban  a la noticia fugaz del  periódico de ayer y  buscaban el nuevo periodismo,  léase trascender y crear una revista para distraídos.

La idea copiada de New Yorker fue buena.  En principio el calichin Vilela, estudiante  entonces de periodismo de dicha universidad   y alumno de Villanueva,  con su crónica del cadete Vargas Llosa que luego fue libro y su entrevista con el píntor Tola , entre otros reportajes, llamaron el interés de los  lectores   , pese a lo caro de la revista.

El paroxismo  llegó  a  su climax  con el escandalete de la homosexualidad del lider aprista  Haya de la Torre que el cronista d e la revista, Toño Angulo, escribió y descubrió entre artículos y full trabajo de hemeroteca y entrevistas  apoyado por un tal Escalante.  Al tio  le pegaron los bufados en una presentación del libro  Llámalo amor , si quieres  y entonces como que la gente volvió a echarle el ojo y ver la posibilidad de comprar la revista, libro incluido.

Pero, poco a poco, la cresta de la ola bajó. Villanueva empezó a ceder sobre algunos principios que había establecido para su hijo Etiqueta . Y   autorizó publicar   cuentos y fotos.

Solo el billete de la publicidad y de  los alumnos y alumnas de periodismo de la UPC  soliviantaron la bolsa.

 La revista se hizo delgada en su formato   y  se convirtió en extractos de reportajes,. semblanzas,de algunos colaboradores y   practicantes de periodismo que podían pagar los viajes para sus cronicas  y recibir el apoyo del comité  editorial en la verificacion de datos y estilo .

Hasta  que se fue del mando de la revista  Villanueva ,  se fue   Angulo  a España a vivir con su catalana ,y entonces  quedaron sus asistentes , entre ellos una charra   apellidada Cantú.

Quedará para la colección, el número sobre Vargas Llosa de la premiación del  Nobel- aunque luego de Ysabel Preysler- los cuernos nunca pasan de moda,  Quedará el numero sobre David Bowie  como ejemplar para conservar.

Y es que    sobrevivir como redactor de una revista impresa y encima, la más cara del mercado,  por mas de diecisiete años  es una utopía y que se siga imprimiendo, un esfuerzo heróico.





LOS NOVENTA AÑOS DEL RATÓN MICKEY MOUSE


 LOS NOVENTA AÑOS  DEL  RATÓN  MICKEY MOUSE

Entre denuncias de explotación de sus trabajadores del parque Disney

 El  ratón Mickey Mouse , creación de Walt Disney cumple noventa años y ya debería estar engullido en un gato o envenenado con el raticida Campeón , ese veneno  caramelo de los suicidas de las paginas de El  Popular y tantos diario de cincuenta céntimos. La figurilla de papel y lápiz las celebra en medio de denuncias de explotación de trabajadores de su campo temático.







Era común en nuestra infancia ochentera ver las historietas  en papel y en televisión del ratón Mickey y Minnie. Por ese entonces estos costaban baratísimos y no como ahora a dos soles  porque a cierto diario se le  ocurrió poner ese precio a sus comics que vendía  con cada cupón.
Notas al margen,  estos comics fueron parte  de una época de sangre, crisis y desesperanza en mi niñez . Pasada  esa etapa , Mickey  me acompañó en mi primer amor.  Recuerdo el dibujo que hice de  ratón y su novia besándose  que adjunté  en  la carta de amor  a una dama que  amé  entre  gallos y medianoche  oyendo a  Héctor Felipe por radio A en mi walkman Sony  de 30 dólares .
Y aunque parezca risible, el ratón también formó  parte de mi vida universitaria.  Más que por un taller de comic que dictaban en Letras de  la decana,  por un libro llamado “La pedagogía reaccionaria de Walt Disney”  de   un tal  Winston Orrillo.
Librejo  que  hoy  lo vi perdido entre manuales de Proyecto de inversión del puesto  del librero Luna  y que, entonces,    Orrilllo   vendía carísimo  para un estudiante que apenas tenía para su empanada de carne y  su  medio pasaje.
Parecía el ratón  multiplicarse en mi vida   hasta  llegar a  un reportaje de la revista Etiqueta negra- que en paz descanse -  donde    se   veía el lado negro de los chambas del parque temático  de Disney en los Estados Unidos.  Trabajadores que enfundados en   Pluto, Carabela, Bambi debían  soportar  el calor y los maltratos de sus jefes  según el  informe.
No sé si   ante esta suerte de  ejemplo para  El Capital de Carlos Marx,  Mickey  tenga para celebrar .  Lo único cierto es que  por el momento   no  leo  ninguna historieta  - salvo las de Sukia y su  mayordomo Gary , un gay asqueroso., Lo que  es probable  es que si embarace  a mi novia,   tendría  que llevar a  mi hijo  o hija  a un nido , un pre colegio  y   allí    me  vería cara  a cara  al ratón  en tamaño inmenso con sus  gigantografias  evadiendo  los derechos  reservados a Disney.  Como quien nadie sabe para quien trabaja. ¿no?