Padres de familia se quedan sobre endeudados y bancos se regocijan
Foto google
Con el inicio de las clases escolares en Perú vuelve otro dolor monetario al bolsillo de los padres; dolor más duro con el alza del dólar. Lo que ha ocasionado que el vendedor de útiles y libros y ropa traslade el costo al consumidor padre y más doloroso aun, si aquel tiene cuatro hijos.
Ante este panorama , los bancos se regocijan y un padre o una pareja debe estar pensándolo bien antes de hacer el amor y llenar de hijos su distrito.
Por fortuna, esta alza no me afecta . Decidí no tener hijos desde estos últimos meses. Los contratos de trabajo que te hacen por un mes y las renovaciones que son una incertidumbre ( puede que te den un mes mas de contrato o te despidan) hace que formar una familia sea imposible si no se tiene el apoyo de la pareja o una estabilidad laboral inexistente.
Allá tus viejos que si pudieron hacerla en otros tiempos más convulsos. Hoy, solo queda trabajar y ahorrar , pues no se sabe si mañana te despiden, Y todo por las leyes laborales que cambiaron en los noventa con el padre de una hija que hoy quiere llenarse la plata siendo presidenta y quien no trabaja y vive del dinero de su partido.
Ese es el panorama. Un sistema escolar que aquel señor que me refiero cambió en su gobierno, obligando a los niños a largarse al colegio a los 2 años en desmedro de l bolsillo familiar que presupuestaba a los cinco años, el inicio escolar.
Y para dorar la píldora, la incubación de una mafia de editoriales que coludidos con los colegios obligaba a los padres a comprar libros de 100 soles para arriba que no se podian usar para el hermanito menor y que aquel debia comprar uno nuevo porque el usado no valia .
La mafia no solo seguía en los libros sino hasta un grupúsculo de malos colegios habia llegado a condicionar el cuaderno que debas comprar. carísimo , por supuesto
Por fortuna , una periodista de canal 5 descubrió esa mafia y el siniestro Carbajal , editor , pidió disculpas por exigir la compra de los libros a los padres.
No obstante, el problema sigue y mientras los padres no se pongan fuertes. Hago lo que quiero, pues.
No hay nada que hacer que un libro de Paul Samuelson o de cualquier biblioteca de economía de la Universidad del Pacifico provocaría la risa de cualquier padre de familia.
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