Antologia que reúne sus mínimos aciertos y máximos desaciertos
Tras la novela "El peruano imperfecto" donde tildó a Hugo Guerra de amanerado con toda la conciencia del mundo, Fernando Ampuero vuelve al papel con una antologucha de su obra. Aquella reúne sus cuentos y sus cronicuchas de Gato Encerrado. El balance: la urgencia de un periodista de investigación mediocre que, cual nostálgico, reedita algunos trabajos que más o menos llamaron la atención y le granjearon cierto éxito de la mano del editor Campodónico y Caretas.
No dudo que "La casa de la Culpa", "Taxi driver sin Robert de Niro", "Criaturas musicales" y el cuento sobre su tía ,no está nada mal. Pero lo que prosigue no alcanza los momentos de gloria de dichos cuentos.
En cuanto a sus cronicuchas.Resulta risible La cronica sobre la Parada que el escritor Javier Arévalo tildó de inventada. Osea que Ampuero le metió un cuento a Zileri y resucitó un reportaje que antes que se churretee , había que inventar.
Después, el autor reedita entrevistas con algunos personajes que provocarían la risa de su rival César Hildebrant.
En resumen, una antologia para el regocijo del autor, de su novia, la rulitos Soledad Cunliffe, y la algarabia de sus lustrabotas que la reseñan como si fuese la última chupada del mango, cuando es más de lo mismo. Al menos, Ruiz Ortega ha sido el reseñista más neutral y metió su cuchara sugiriéndole al conductor del bodrio "Uno mas uno", que debió incluir el ensayo La teoría de la malagua. Solo le agradezco a ampuero que haya calateado a la Marianita y a Stephie Jackobs en su revistucha Cosas hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario