Mítico cantante, activista y poeta inglés aún atrae masas
No es cualquier inglesito ni es menos que Beckham. Pese a que su concierto será el 14 de marzo en el Jockey Club, 40 % de entradas se han agotado en la zona vip. Un indicio que Morrisey llenará el recinto. Y es que su arribo es tan importante como el de Elton John. De alguien que la rompió lunas atrás con la canción Bocazas ataca de nuevo y tantos otros éxitos como La mano que mece la cuna y el disco imperdible The Queen is dead con su grupo indie The Smiths. A comprar las entradas que quedan en Vivanda.
Mi primer contacto con la música de Morrisey, cantante, poeta, artista y siguen firmas, fue a través del legendario grupo The Smits y el tema "Bocazas ataca de nuevo", allá por el año ochenta. Entonces, mientras nos desangrábamos con Sendero Luminoso, las radios locales ofrecían diferentes géneros y no hacían ascos a nada. Hasta Los Shapis eran digeribles y no. ahora, como los insufribles de Yaipén.
Recuerdo que bailé ese tema con algunos amigos del cole y compré un recopilatorio a cierto pelucón vendedor de cassetes piratas de diversos géneros musicales en las afueras de la Universidad Villarreal arriesga´ndome quedar hecho espaguetti por un coche bomba.
De allí, preocupado por mi futuro que no era largarme del país como los ricos, sino intentar ser alguien en la vida entre bombas, apagón , crisis , proseguí mis estudios universitarios hasta que a las finales de los noventa y, mientras estudiaba inglés, volví a Morrisey, Smiths y todo. Esta vez el bulevar de Quilca. un amigo músico y hasta el escritor peruano Rilo sirvieron para llenar mi cuarto de los cassetes piratas de The Smiths y Morrisey. Me encantó tanto que compré un libro sobre Morrisey en inglés, obvio ( allí, el vocalista aparecia abrazado de Marr como dos novios) y otro libro de sus canciones en una libreria de Miraflores.
"The Boys his thorn aside" fue la canción que escuché hasta el hartazgo mientras caía el régimen de Fujimori, en una epoca donde solo existia yahoo y hotmail y poseer el servicio de Internet era un lujo. Hoy que el sueño de muchos smitsonianos y Morrisistas ( perdonen el término) se hace realidad, bien vale endeudarse por un tipo que aunque algo gordito conserva esa melancólica voz y que dice ser célibe a los cincuenta años.
Foto: RPP y organizadores del concierto.
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