jueves, 4 de octubre de 2012

OCHENTA AÑOS SIN TRUMAN CAPOTE

Autor de "A sangre fría"  aún se extraña en medio de la bolañofilia

Se autodenominaba genio de la literatura y  era famosa sus frases venenosas contra  su colega Jack Kerouac al que llamó mecanógrafo y  los líos  con el recientemente fallecido Gore Vidal. Era  parte de su personalidad controvertida.   Truman  Capote  enseñó a muchos, con sus novelas y reportajes. Se murió de cirrosis en 1984  sin terminar su novela  "Plegarias atendidas", pero dejó material para la eternidad.

 " Las mujeres son como las moscas siempre se posan por encima de la mierda"
Truman Capote


Año noventa y pico.  Aún recuerdo  cuando compré  "A sangre fria" de Capote  en el  Bazar de libros viejos de Grau a 3 dólares contra los 30 que pretendían cobrarme por su reedición de Anagrama, una libreria usurera. Su lectura fue adictiva en alguien que hacía sus armas en el periodismo.
El asesinato de la familia Cutler por dos miserables llamados Perry y Dick en Holcomb,  contado por el norteamericano,  me impactó y fui a buscar otros libros suyos. Encontré, entre un arsenal de ofertas,  "Desayuno en tiffanys" y me encantó sus pequeños cuentos.
En dichos años, Villanueva Chang, escribía sus croniquitas en "El Comercio" y habia publicado  su librito "Mariposas y murcielágos" cuya prosa era hormiga ante Capote. No existía Etiqueta Negra y fuera del aludido Truman se  leía a Mailer, la Fallaci, Walsh como también a  José  Carlos Mariátegui, en lo referido a Nuevo Periodismo.
Justamente, tras leer "Música para camaleones" del mismo Truman se desató la polémica, entre los alumnos y alumnas de la Base X.  El entonces cuarentón maduro Umberto Jara, ex Hora 20 y autor de "Ojo por ojo"  le echaba flores al libro y decía que era  imprescindible para periodistas. El debate  se enfrascaba en resolver si   lo que habia escrito el norteamericano  resultaba periodismo o ficción.
Ningún profesor  me supo dar la respuesta.
Años después,  con el devenir de la internet  y leyendo en inglés , supe que Capote era  muy hábil para mentir o maquillar  algunas escenas para que la narración salga redonda.
El mismo García Márquez, en una de sus crónicas en Venezuela, habia inventado  una escena para levantar   lo que escribía y hacerlo digerible.
Fue  Rosa Montero  quien en su  libro "La loca de la casa" desnudó a Capote y le enrostró el porqué había inventado al personaje Lowell Lee de "A sangre Fría".
Pero, fuera de toda critica y desliz en la profesión ( el polaco Kapu también mintió en unos datos de El che según su biógrafo para estupor de Villanueva Chang quien consideraba a  K , Dios), hay que seguir leyendo a Capote. Leer  sus prólogos donde habla de la diabólica división de los párrafos. De su cocina literaria.e incluso  su biografía.

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