En el día de la mujer
Quizá ahora mis gustos cambien y me enloquezca las veinteañeras emos, las maduritas sin hijos, los clones de Bárbara Cayo, pero un recuerdo casi erótico de mi infancia en blanco y negro fue Linda Carter.
Verla en pantalla, via mi televisor a tubos en blanco y negro comprado a plazos, humedecía aquella lagartija que más tarde brincaría con libertad en algún lugar de Lince. No sé si fue el sueño de muchos de mi generación junto a Farraw Faucett, Linda Hamilton o Ashley Gere, pero quién no se levantaba la líbido con los senos y las piernas de Carter.
Y es que en esa época, lo sexual aún era vedado, restringuido, furtivo y no estaba como pan en los puestos de diario o websites como en estos tiempos. Ni siquiera la prostitución se ofertaba entre noticias de León rugió a la U o Magaly estrena novio.
Por allí se rumoreó que Megan Fox representaría a la mujer maravilla en un nuevo remake, lo cual sería acertado pero no tendría en mí, la misma sensación que tuve esas epocas. Linda, eres mi símbolo en este día de la mujer donde bien pondría en el plano local a Kina Malpartida.
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