lunes, 24 de diciembre de 2018
LAS NAVIDADES DE ESTAS Y OTRAS EPOCAS
La navidad dicen algunos es para los niños . En efecto, a un adulto ya solo le resulta una fiesta para unir a la familia y reventar la tarjeta sea soltero o casado. Lo cierto es que uno tampoco olvida de cuando era niño y un robot costaba mas caro que el arroz ,el azúcar , la papa y el frejol y entonces había que recibir lo que venga sin quejarse.
En mis navidades fueron cada vez mas lejanos los ataris , los robots de metal, los trenes de control remoto , diría yo, inexistentes. Mientras otros niños lo tenían en sus cuartos , yo solo jugaba con el plástico de Basa o lo que mi viejo pudiese regalarme con su sueldo .
Jamás tuve una bicicleta , pero si la certidumbre de que había una canasta cada diciembre llena de productos que la empresa le regalaba a mi viejo por sus servicios.
Hasta que una navidad belaundista recibí unos carritos de madera . Fue uno de los regalos que mas me agrado y fue justo al terminar la primaria. Mi viejo me dijo que lo había hecho un ratero como parte de su reeducación y lo vendía un negro canoso en el centro de Lima que tenia varios modelos del juguete.
Ya en la secundaria solo recibí ropa o lo que fuese. Mas que regalos me importaba estudiar y ser un profesional. Llegar a la facultad de Letras de la Decana.
Con una chamba de almacenero, me compré los libros de aritmética y algebra de la coleccion de Goñi que me sirvieron para la preparatoria esos diciembres finales.
Nunca ,me sentí tan contento de ese carrito. Era un regalo novedoso y modesto en tiempos de guerra interna que aun ahora evoco con nostalgía.
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