Bombardero sin balas.
Lo había advertido Willy Niño de Guzmán sobre la miseria de poder sobrevivir como escritor aquí en Perú y ahora lo refrenda César Gutiérrez , otrora cronista de Somos, El Dominical de El Comercio y autor del libro objeto “Bombardero” , mas de setecientas pajeadas mentales donde, cual comida aeropuerto cuatro sabores , se combina a Osama Bin Laden, Bowie, Pynchon, Ballard, Vallejo, tipografía y vómito negro que ni una sal de fruta o sacha inchi ayuda a digerir.
En una entrevista hecha por Rafael Robles , Gutiérrez afirma que “ tengo muchos problemas para conseguir trabajo porque soy incapaz de pedir favores” y al preguntársele de que vive en esta tierra dice : “ hay cosas eventuales como hacer guiones , pero son generalmente mis amigas las que me dan la mano. Tengo la suerte de tener muchas amigas generosas”.
Y más adelante para hacerse el indestructible aunque la pesadilla de no llevar nada a casa sea latente refiere: “ yo no me voy a morir de hambre cono dicen, hay que caminar como quien no va a ninguna parte. De esa forma no se necesita viento favorable y , como tengo mala reputación, no tengo nada que cuidar, así que soy un hombre feliz”.
Estas declaraciones de Gutiérrez me recuerda las veces que iba a algunas bibliotecas, centros de estudios currículo en mano y conseguía por allí algún cachuelo de un profesor amigo para apoyarlo en cuestiones sobre Valdelomar, Mi planta de naranja Lima, Vallejo que al menos servían para un tacu tacu y su toronjil o el arroz chaufa de tocino y cebolla china.
Y es que ahora , la situación laboral para un redactor sin palancas,padrinos está verde y si Gutiérrez que ha tenido el apadrinazgo de Lauer y Fernando Ampuero para publicar sus pajeadas, la pasa mal que bien, imagínense gente sin conocidos en el mundo “letrateniente”.( dixit Rodolfo Ibarra)
Habrá que tentar suerte en redactar en otro idioma o hacerla en Finlandia y Alemania. Alarcón ya dio la primera señal que si se puede ganar algo y salir de la mezquindad y hacerse conocido.
EL peseteo y ninguneo aquí por una redacción arial 12 es para el insulto. 550 soles paga El Comercio a un practicante que trabaja lunes a domingo mientras un empleadito del CAS ( Contrato administrativo de servicio) recibe sus 800 soles más seguro social y solo debe vérselas de lunes a viernes. Con lo que ser oficinista es más rentable que ulcerarse el estomago y peor aún sin contar con un seguro y sacar de su propio pecunio para la endoscopia.
A cuidarse nomás y tirar para adelante o claudicar y dedicarse a reparar celulares en la cachina o ensamblar computadoras en el jirón Leticia. Las letras no llenan la panza.
Fuente:
El bombardeo ataca de nuevo . Rafael Robles. La República 9 de agosto 2009 p 28-29
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