¿ Horror u alabanza?
El reciente artículo escrito por Jeremias Gamboa en el que compara a Kapuscinsky con el Nobel Vargas Llosa resulta tan ridículo como el periodista que dijo que cierto jugador local era el Messi peruano.
Gamboa, profesor de la Upc del taller de crónicas y que publicó un librito de cuentos regularon, tras escribir en "Somos" que Kapu " había coloreado, alterado y engrandecido ciertos eventos reales", mete las cuatro cuando compara a aquel periodista con el nobel Vargas Llosa.
"Hay algo que podía hermanar tranquilamentye una linea de trabajo de Mario Vargas LLosa con el del controversial Hapuscinsky através de las herraminetas del reporteo (...) usando los monólogos de personajes entrevistados resumiendo documentos"
Mas adelante, Jeremy, luego de afirmar que el libro El Sha es análogo a Conversación en la catedral y Odria de Vargas, se contradice al sentenciar que : "la diferencia entre ambos estaba en que Kapuscinsky no les advirtió a sus lectores acerca del terreno movedizo en que trabajaba"
¿ En qué quedamos, profesorcito?
De arranque, "Conversación en la catedral" es una novela y punto y "El sha" es sólo un reportaje que ahora con las revelaciones del biógrafo Domoslawsky parece inventar escenas del polaco para dolor de Julito Villanueva, jefe de prensa y difusor de Kapu en talleruchos, etiquetas y UPCS.
Comparar el Nobel con el polaco es risible. El mismo Vargas LLosa en su ensayo "La verdad de las mentiras" es rotundo en el dilema de si el periodismo es literatura.
Asi,el autor de "Los cachorros" escribe: " ¿ qué diferencia entonces , entre una ficción y un reportaje periodístico o un libro de historia? la respuesta es : se trata de sistemas opuestos de aproximación a lo real? En tanto que la novela se rebela y trasgede la vida, aquellos genéros no pueden dejar de ser sus siervos. La noción de verdad o mentira funciona de manera distinta en cada caso. Para el periodismo o la historia la verdad depende del cotejo entre lo escrito y la realidad que lo inspira. A más cercania, más verdad, y a más distancia, más mentira" ( 2)
Con lo que habrá que decirle al profesorcito Gamboa que acepte junto a Villanueva que Kapuscinsky era tan humano y mentiroso como John Reed y la Falacci que adornaron sus relatos y recomiendo se diese una vuelta por la feria para comprar La verdad de las mentiras. Le hará falta a sus clases de marras.
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