Escritor Thays basurea libro de ensayos de Miguel Gutiérrez
“ Un hilo de diarrea espesa: curioso comienzo de un ensayo sobre un asunto tan delicado y transparente como la vanidad”
Iván Thays en “La disciplina de la vanidad”
Con la seguridad que le otorga su causa Fernando Ampuero, Ivan Yhays acaba de denostar las} obra de Miguel Gutiérrez en el dominical de El Comercio.
Desde las primeras líneas, Thays vomita piconería cuando afirma: “ se lo valora entusiasta y ciegamente, eso no lo dice él , es mi impresión. Osea, que en su opinión, Gutiérrez no debería ser admirado.
Luego, machetea la propuesta de Gutiérrez, con la idea de que no se debe analizar a los personajes de las novelas como “ estados de clase, símbolos o peor aun alegorías; que es erróneo, decir , que existen ficciones que falsean la realidad y otras no ; y, por si fuera poco, despotrica de la novela , El sexto, de José María Arguedas , porque está influenciada por esas ideas que su criterio Troleskine no comparte.
Como se ve, toda una labia vano ofídica para criticar la teoría literaria marxista, la obra de Arguedas y encima, tildar el análisis literario del libro, La generación del 50 , como anacrónico, porque según su criterio, dicho corpus , resulta insuficiente para analizar otras novelas . ¿Olvidará que hasta hace dos años se ofrecían charlas de Marxismo en una universidad de Jesuitas en Pueblo Libre y que se sepa, no había explotado un coche comba? ¿Quién crestas se creerá Thays, para mandar al limbo a Arguedas y Marx ?¿ o es que está picón, porque su vano programa , se fue al tacho y ahora, que tiene la venia de Ampuero, petardea como si las huevas?
Si tanto le perturba Gutiérrez y vacila el método de Nabokov , porque según su criterio un creador “ debe reinventar el mundo en cada nuevo libro, ¿ qué me dice de las novelitas y cuentos de su patrón Ampuero, que mas que reinventar, recicla sus mismas estultas historias con sello editorial apapachador?
¿ O es que ahora, tiene recelo por destripar con su “nabokoniano análisis literario” al delirante mutuo, el perro orinado, el caramelo incoloro o navajear la cara de la puta linda ?
Nadie niega que Miguel Gutiérrez cometió una serie de horrores, como publicar El mundo de Xochitl en editorial B, hacerse fotografiar con el “borrao” Sánchez León, heroificar al asesino Guzmán y franelear la novela de un pelucón seudoescritor, con innumerables fallas gramaticales y ortográficas, en otro repugnante caso de amiguismo y ceguera letrística; pero, esto no le quita mérito lo escrito en La generación del 50, independientemente de los párrafos dedicados a Guzmán.
Hay que tener cojones para haber escrito ese libro, en dicha época - aun discrepemos del sanguinario Gonzalo- , mientras otros, desde sus hogares de miles de libros leídos pero no asimilados , se volvían locos con la poesía de Alejandra Pizarnik, se deprimían porque un entonces veinteañero periodista homosexual, les macheteaba su opera prima , vía una revista famosa de circulación nacional y, usaban el pelo largo, porque según dicen tenían una fijación por Mario Humberto Kempes, el mismo che del 6-0 ante Perú , de ese bochornoso partido , encubridor de la Operación Cóndor.
Los gobernantes pasarán del mismo modo que los editores de ciertos suplementejos; se leerá El Sexto y se seguirá hablando de la filosofía marxista, que nada tiene que ver con colocar bombas a embajadas ; ¿ Le sucederá lo mismo a los libros de Thays o solo quedará de su recuerducho, mas que su Valium programa , su oscuridad de velador; cierta colección de Literatura de El Comercio a cinco soles, donde le otorgan un segmento gracias al critico literario Ricardo González Vigil? . El mismo al cual Iván, “educadamente”, tildó de cerebro de cáscara de nuez y luego, la barajeó diciendo que no lo dijo de forma insultante. Encima de malaleche, cínico y malagradecido.
Saquen sus conclusiones.
Luego, machetea la propuesta de Gutiérrez, con la idea de que no se debe analizar a los personajes de las novelas como “ estados de clase, símbolos o peor aun alegorías; que es erróneo, decir , que existen ficciones que falsean la realidad y otras no ; y, por si fuera poco, despotrica de la novela , El sexto, de José María Arguedas , porque está influenciada por esas ideas que su criterio Troleskine no comparte.
Como se ve, toda una labia vano ofídica para criticar la teoría literaria marxista, la obra de Arguedas y encima, tildar el análisis literario del libro, La generación del 50 , como anacrónico, porque según su criterio, dicho corpus , resulta insuficiente para analizar otras novelas . ¿Olvidará que hasta hace dos años se ofrecían charlas de Marxismo en una universidad de Jesuitas en Pueblo Libre y que se sepa, no había explotado un coche comba? ¿Quién crestas se creerá Thays, para mandar al limbo a Arguedas y Marx ?¿ o es que está picón, porque su vano programa , se fue al tacho y ahora, que tiene la venia de Ampuero, petardea como si las huevas?
Si tanto le perturba Gutiérrez y vacila el método de Nabokov , porque según su criterio un creador “ debe reinventar el mundo en cada nuevo libro, ¿ qué me dice de las novelitas y cuentos de su patrón Ampuero, que mas que reinventar, recicla sus mismas estultas historias con sello editorial apapachador?
¿ O es que ahora, tiene recelo por destripar con su “nabokoniano análisis literario” al delirante mutuo, el perro orinado, el caramelo incoloro o navajear la cara de la puta linda ?
Nadie niega que Miguel Gutiérrez cometió una serie de horrores, como publicar El mundo de Xochitl en editorial B, hacerse fotografiar con el “borrao” Sánchez León, heroificar al asesino Guzmán y franelear la novela de un pelucón seudoescritor, con innumerables fallas gramaticales y ortográficas, en otro repugnante caso de amiguismo y ceguera letrística; pero, esto no le quita mérito lo escrito en La generación del 50, independientemente de los párrafos dedicados a Guzmán.
Hay que tener cojones para haber escrito ese libro, en dicha época - aun discrepemos del sanguinario Gonzalo- , mientras otros, desde sus hogares de miles de libros leídos pero no asimilados , se volvían locos con la poesía de Alejandra Pizarnik, se deprimían porque un entonces veinteañero periodista homosexual, les macheteaba su opera prima , vía una revista famosa de circulación nacional y, usaban el pelo largo, porque según dicen tenían una fijación por Mario Humberto Kempes, el mismo che del 6-0 ante Perú , de ese bochornoso partido , encubridor de la Operación Cóndor.
Los gobernantes pasarán del mismo modo que los editores de ciertos suplementejos; se leerá El Sexto y se seguirá hablando de la filosofía marxista, que nada tiene que ver con colocar bombas a embajadas ; ¿ Le sucederá lo mismo a los libros de Thays o solo quedará de su recuerducho, mas que su Valium programa , su oscuridad de velador; cierta colección de Literatura de El Comercio a cinco soles, donde le otorgan un segmento gracias al critico literario Ricardo González Vigil? . El mismo al cual Iván, “educadamente”, tildó de cerebro de cáscara de nuez y luego, la barajeó diciendo que no lo dijo de forma insultante. Encima de malaleche, cínico y malagradecido.
Saquen sus conclusiones.
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