Sin vacunas, con crisis institucional y con datos manipulados sobre contagios y muertos
De terror,asco y porqueria. Esta navidad de 2020 resultará una fiesta de veneno en la piel . Un velorio, un panetón y chocolate con sabor a hiel , una asfixia constante, un mañana incierto y asqueroso. El culpable ; el virus de Wuhan , el Covid-19 y las autoridades que nos gobiernan, los millonarios que nos representan.
Nunca antes el grinch se ha reproducido en mi barrio y en todos estos rincones. Estamos sin vacunas por obra y desgracia del investigado por Obrainsa, el golpista , sus ministros y la tia Pili , que parecía solucionar los horrores de Gasparin Zamora y su antecesora. La ex ministra que se vendía como capaz, pero cuyo cargo le ha resultado talla XXL , no solo por lo de las vacunas sin comprar sino porque ahora por segunda vez dice que los datos de muertos y contagiados no es lo que se ha mostrado.
Fuera de ella, nuestro Presidente no ha sido capaz aún de solucionar todo este embrollo y ahora le ha caído lo de la ley Agraria que ya tiene muertos , heridos, contusos y hortalizas ,entre otros productos, que se pudren mientras susbsiste el hambre, el desempleo en peruanos , venecas y venecos con sus hijos arrastrandolos por las calles pidiendo migajas.
Este panetón me sabrá a hiel. Los regalos, apestosos por manos que pueden trasmitirme el covid-19 y joderme el pulmón y joder a otros.
Navidades anteriores solía irme a follar a una chica prepago o a mi pareja. Hoy ni pareja ni prepago. Ni sexo ,ni nada. Dios, siento como la porqueria cae sobre mi y solo me protege la mascarilla que compré a una adulta mayor que no recibió bono y tiene que trabajar para comer. Estoy sitiado porque no hay vacuna mientras mi friend Carlitos ya la estrenó en Chile. "Peruano culiao , tienes el gobernante que te mereces, por eso no tienes vacuna, te ganamos con Vidal a media máquina".La Raja."
Ya no quiero escuchar a Feliciano, Lavoe ,ni a los toribianitos que ya serán tatarabuelos, porque oiré la marcha fúnebre.
Estoy casi sin alma para mover siquiera una taza de papa noel que seguro ya agoniza en el pasadizo de un hospital lleno de covid-19 por regalar juguetes a unos niños que se lo trasmitieron sin querer queriendo como dice el Chavo que, para horror, ya ni siquiera puedo ver sus programas para alegrarme por culpa del vil metal, el cochino dinero.
No quiero hablar de celebraciones , ni siquiera abrazos virtuales. No mamen, señores . estamos jodidos. Felizmente, no tengo un cachorro, ni mascota porque estaría envenenado y me costaría alejar su peste. La misma peste que se respira de Covid-19.
Lo único que espero son las horas para que este horror, esta negra navidad acabe y entonces afronte esta pesadilla que aun no termina y acaso se extenderá para desgracia de todos y de nuestra economia.
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