sábado, 16 de enero de 2016

LIBREROS CAREROS DE QUILCA FUERON DESALOJADOS

Por fin se hizo justicia


Tras ser notificados con anterioridad por el Arzobispado de Lima, Los  60 libreros careros del lumpen Jiron  Quilca  fueron desalojados del boulevard  que ocupaban desde 1996.
La medida se cumplió de forma pacifica aunque algunos  manifestaron que los trataron como delincuentes.
Punto final para un  espacio  que ahora será convertido en galería.




Año 1997. Recuerdo  los funestos días que compré libros en esa feriucha  de   Quilca.  Justo por esas lunas  , el bazar suelo de Grau había sido desalojado  por el Municipio de Albertito, para convertirse en una  avenida  libre  de  ambulantes .
Entonces, ante mi adicción libresca  interrumpida -en momentos que andaba desesperado de todo y de todos- caí en ese lugar.
Fueron unos  libros de Ribeyro y  Bryce que compré  con los pocos ahorros de mis cachuelos y por alli algo que mi viejo  me daba para resistir.
Poco a poco,  me di cuenta   que  esos libreros no solo vendían caro los libros  originales de la editorial  Anagrama (casi al precio de la librería)  sino hasta las copias pirata de Bayly, Cohelo, Kyyosaki, Fishman .

 Incluso  los vendedores parecían medio psicoseados . Acaso por la proliferación de pirañas , cafichos, travestis,   adolescentes emos consumidores de marihuana, rateros y putas. Era patético ver la cara de la vendedora y todos  sus colegas mirando  a los asistentes como si fueran choros, notificadores de Sunat o del municipio, cuando solo querías comprar un libro de Bolaño.
Era rochoso   que te atiendan de esa forma.

Tenia que  ser una  emergencia  para comprar algún libro inhallable en ese antro. Pero eso dejó de serlo  y ahora   era potestad de Amazonas  donde  recientemente  encontré un libro de mi   admirada  " Miley Cirus" ( Ginet, tu sabes que  solo tu me pescas) y  un ejemplar de los poemas de Cesar Vallejo pero en Mosca azul no el pituco  editado por   González Vigil. Todos a precios lo justo pues varón.
Ahora,  el desalojo  se veía venir. Con tanta plata que sacaban vendiendo  mas caro,  ya parecía de  tacaños que  estos señores y señoras ,  no tengan para  comprar el terreno.

Ya veo al huascaran  de Domingo de Ramos , Yuca, Chapita, o  al inclasificable Fito,  hablar pestes de Cipriani y el atentado con la cultura. Puta, ya basta huevones, inventen otro  argumento de mierda  o repasen el método de Toulmin, carajo y dejen de hablar de Galileo y  el Pio Nono.
Punto final a   un lugar que era un atentado contra el bolsillo de un  bibliomano.  Y  a los desalojados,   formen  su libreria  para estar a la par con los precios.




1 comentario:

Unknown dijo...

Es cierto que se hizo justicia, pero la de la ley. El proceso de desalojo siguió todas sus instancias y los expositores de Quilca estaban al tanto de las resoluciones y los plazos. Muchos problemas internos y escandaletes los rodearon pero siempre se conseguían buenas piezas (libros, CDs, vinilos, polos y demás a buen precio) y había buena atención (desde excelentes vendedores y "amigos" hasta de los pésimos, como en todas partes). Pero es cierto que ni la Municipalidad Metropolitana ni otras instituciones les tendieron la mano para afrontar un cambio de local. En todo caso, es realmente una pena. Toda esa calle ganó nivel desde la presencia de esta feria. ¿Antro?, quizá antes del 97 pero luego ¡que diferencia!, siempre "movido" como el centro de toda ciudad del mundo y menos que en otros lugares (¿Quién baja a comprar libros a Amazonas a partir de la 5 o 6 P. M.?, aún así es más seguro que antes pero mucho menos que Quilca, sino pregunta a los pirañas y pastrulos de la "Huerta" que bajan a merodear por Amazonas y alrededores). Ojalá los que quedan sigan con ese legado, tanto que Quilca como en Amazonas..
Respecto a los precios, como mencioné, había de los normales hasta los muy baratos. Nada caro. Es más, siempre logramos puntos menos que en la librerias formalizadas. Los exponentes más formalizados tenían precios mejores que en otras tiendas formalizadas. Pero fue su compromiso con la formalización. Después de todo ni un comprador ni un vendedor pueden vivir para siempre de cachina, por lo menos si eres o quieres ser un comprador / vendedor serio.
Un saludos para los amigos de Amazonas, algunos de los cuales siempre tentaron con llegar a Quilca, con su oferta de productos (sobretodo libros). Sólo unos pocos lo lograron. No cualquiera llegaba a comprar o vender en Quilca.
El peor atentado contra un bibliófilo es el de si contra si mismo al no trabajar y ser metódico en sus compras. La compra - venta nos permite conseguir cosas baratitas. La cachina nos empobrece porque se basa en la receptación. Saludos.