ELOGIOS CRIMINALES CON SABOR A REFRITO DE VILLANUEVA CHANG

En su colofón a este libraco de 35 soles , Villanueva , escupe que el titulo Elogios le vino de la frase de Cioran que sólo hay una manera de alabar: atemorizar a quien se elogia, obligarle a ocultarse lejos de la estatua que se le erige y, para ilustrar su huachafada , afirma que “ escribir un perfil es "rascarse la cabeza pensando en alguien durante meses mientras te recen las uñas sobre un teclado”

Más que crecerle las uñas ,estas parecen dar la vuelta a lo mismo como en el alcalde ciego que Villanueva alargó hasta aburrir ; también como la del chef catalán Adriá. Ambos, trabajos tan retocados como el rostro de Michael Jackson.

Lo curioso es que los haya hecho con estos perfiles que prometian , pues Julito no negará que los otros titulados: “García Márquez va a dentista” , "Wener Herzog, el cineasta invisible" y “Rzyzard Kapuscinsky; el señor k” , resultan material refrito de cuando aún trabajaba en El Comercio y colaboraba en Debate y que ha añadido para hacer bulto y la gente de Quartely, Gatopardo y otros crean que no solo publicaba noticias para envolver pescado o croniquitas sobre la impuntualidad en El Comercio.

Sólo el perfil de Juan Diego Flórez vale la pena leer pese a que nos importe una cresta si el tenor no sabía silbar, pero sí, ciertos detalles ( “En su edad de piedra, para poder costearse su vida en Lima , Juan Diego Flórez cantaba en matrimonios y era el taxista de sus compañeros en el coro nacional del Perú") ( 45)

Porque, pese a mantener una distancia narrativa con su gurú Kapu, sugerir a Borges- el clisé de siempre para botarse como intelectual - Julito termina por engrandecer a un chef catalán ( “ más que platos y recetas , Ferran Ádria ha inventado técnicas para emocionar a un comensal”) 155)

En cuanto al lenguaje, Villanueva, pese a tener a l corrector Coaguila, una argentina que le corrigió la coma y Yamileth Latorre, no disimula su estilo de frases pomposas, cuando no huachafas.

Al leer esperpentos como: “ el hombre envejece cuando su dieta no se repone” ( 199) “ merecibió en una típica casa de suburbio de Estados Unidos" ( 23), "Juan Diego Florez estaba más o menos consciente" ( 25); “ una vez lo amenazaron de muerte y lo único que sobró fue miedo ( 108) “, "nadie sabia que era él pero si alguien lo hubiese sabido habría sido el mismo, Herzog huye casi siempre de las palabras como si estas atenuaran el drama que quiere contar ( 136), sólo trasmiten, en el lector , ridículo y huachafería o acaso si envejezco no iré al dentista o qué será estar consciente y qué mismo era Herzog.

En una entrevista, Villanueva, dijo que hizo estos perfiles por curioso y por conocer a ciertos personajes que no entendía; parece ser que aún no los comprende porque los actualiza conforme se le presenta la oportunidad de refritarlo hasta provocar la naúsea.

"Elogios criminales" es sólo un librucho intrascendente y que devela a un periodista y seudo escritor que le cuesta hacer la gran obra de su vida, arriesgar ¿ pereza? ¿ mediocridad?