La última Feria del Libro , con el incremento de cinco soles por entrada, finaliza sin mucho ruido ni nueces. Algunos invitados de lujo como Orlean justifican su esfuerzo pero aun faltan Auster , Coetze. De Lillo. Solo por allí están Skármeta que ya cansa. De los nacionales , Cueto , Ampuero y el sobremediático Gamboa animaron la velada , fuera de Benavides y la loquita Wiener. Punto y hasta la feria de Miraflores en Noviembre.
Aprovechando mi estadía en Miraflores cojo el bus azul de la Villarán y con cero soles me bajo en Teodoro Cárdenas.Avanzo por Domingo Cueto y aterrizo en el parque donde se escenifica la Feria Como es ultimo día hay mucha gente. Pero veo que todos van por los espectáculos y por allí a conprar unos libros o relajarse y hacer la finta que se es culto cuando saben hasta el color de truza de Nicola o la Arizaga.
Dicho y hecho, la cola se demora pero logro ubicarme. Me cuesta trabajo encontrar lo que quiero. Bueno y barato. No huevaditas novelas de amor de la editora Arlequín que un ex ministro del interior del gobierno de la estrella compraba Hay mucha gente . Gente de todo tamaño.
Ibero solo ofrece 20 % de ganga y eso es poco, poco. Planeta te da el tercer libro a SOL y zafo. Peisa remata libros a dos por 39 soles .
Sigo del largo y extraño a mi novia. A mi piel de clara d e huevo, tinte castaño y loquita . Mi Miley Cirus peruana.
La extraño cuando veo a`parejas. Mañana mismo llamaré a mi amor y haremos cochinadas .
Me duele la espina en el bobo. Cuando estas flechado haces , dices y piensas gilipolladas.
No hay nada bueno solo ofertas de best seller; Anagrama solo mantiene sus precios.Sus precios altos . Ni siquiera como funcionario me atrevería a botar mi plata con 200 soles de libros. mejor me compró comida, ropa y pago mis servicios o ahorro.
Anagrama la de los libros de 100 soles . Como si fuese fácil ganarse un sueldo de 750 soles.
De pronto, trato d e ubicar a Petrtoperu . La única editorial que vale la pena seguir entre tanta careria .
No la hallo y doy vueltas como trompo. Veo a un policía y nada . Nadie me dice nada . No sé señor, pregunte, pregunte. No hay un funcionario que me indique el camino. Hasta que un humilde empleado de limpieza de la FIL me dice que Petroperu está en el segundo piso. Voy , y por fin ubico mi tesoro como loco.
Compro y no he demorado mucho. La novela ganadora de Cope me salió barato con la antologia de Hernández y Bellatín. Vale la pena.
Me preocupa mi DNI que parece lo he perdido.
Me voy d e la feria feliz por Petroperu, pero angustiado por la multa y el Reniec que me dirá que pague.
Llego a casa y bajo mi silla aparece el endemoniado documento.
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