Y pese a ello existe MOVADEF y Vórtice
¿ Hemos olvidado el pasado de muertes y horror?. 12 de setiembre de 1992. Recuerdo que -como lo dije antes- practicaba judo con un amigo, cuando nos enteramos de la captura del líder de ese séquito de asesinos llamado Sendero Luminoso liderado por Abimael Guzmán. No olvido en mi memoria que una vecina se sintió felíz, pues Guzmán había reducido a la locura a su hijo , un reservista de la Marina, que, sin cumplir veinte años, fue reclutado en el llamamiento- habia servicio militar obligatorio - y viajado a la selva a matar o morir.
Pero, no solo la vecina Hilda estuvo contenta de la caida de ese sujeto sino yo mismo y toda la gente del barrio, canillitas, políticos, autoridades que veiamos como el país se iba al traste. Cómo se sufría para ir a estudiar, al hospital, laborar con la incertidumbre de morir despedazado ; todo lo que costaba prepararse un jugo, mantener los alimentos congelados por culpa de los apagones.
La prensa local en esa época- Magaly Medina era una veinteañera reportera de Ojo, Beto Ortíz recién se iniciaba como practicante, el internet era Arpanet- blandía en atentados, despedazados y crisis , quizá tan igual como ahora , en lo que respecta a muertos, pero cuyos restos podían ser el de un familiar o uno mismo, al amanecer, rumbo a estudiar o a chambear.
Los conos - no existía Los Olivos ni los emprendedores de Arellano- fueron lugares donde detenían a quien no portaba documentos y vaya uno a saber cúal sería el destino de quienes no tenían un familiar que los recoja. Paros armados , pintas del PCP Marxismo Leninismo Maoísmo y trapos rojos de la hoz y martillo aparecían en muros de dichas zonas; representaban la diabólica decoración de una sanguinaria retahila de desquiciados.
En ese lapso y, para no vomitar, leía El Comercio que me entintaba los dedos y el escalofrío continuaba con la noticia de la muerte de un estudiante universitario en la Comisaria De San Andrés cerca a las últimas cuadras del Jirón Callao, en Lima, supuestamente sospechoso de terrorista.Esa m... de Socorro Popular lavó el cerebro a la gente joven y la condujo a la muerte.
Era espeluznante caminar por las calles de Lima y otros distritos como dije. Por lo que aquel 12 significó un alivió para muchos. Ni Movadef ni nadie me convencerán de la inocencia de Guzmán, Iparraguirre, Clavo, Huatay, Zavala Cataño quizás ni a tí lector o lectora de base tres , cuatro cinco, seis y asi sucesivamente.
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